martes, 30 de junio de 2009

Nosotros

Por Juan Forn
Es famoso el intercambio de palabras que tuvieron Nikita Kruschev, líder supremo de la URSS, y Chou-en-Lai, mano derecha de Mao, cuando se vieron por primera vez las caras. Kruschev, que era hijo de campesinos pobres, inició la conversación diciendo:
“Me temo que usted y yo tenemos pocas cosas en común”.
Chou, hijo y nieto de mandarines, lo corrigió con delicadeza:
“Algo tenemos en común. Los dos somos traidores a nuestra clase”.
Hay un momento básico en la construcción de la propia identidad en el que uno siente que, de todas las maneras de equivocarse que tiene a su disposición, ninguna es peor que aceptar la idea de la vida que tienen nuestros padres, o los mayores a secas. Es un momento fulminante: el instante en que se descubre con terror y alborozo que uno es capaz de caminar solo, por vacilantes que sean los pasos que dé. Es una sensación inolvidable. Es algo que pienso invariablemente cuando escucho hablar a Macri, a De Narváez, a Prat Gay: que, a diferencia de las personas normales, el núcleo duro de la identidad de estos tipos, la piedra basal de su personalidad, es lo que les inyectaron por ósmosis desde la cuna, lo que les dijeron que eran. Esa herencia, esa certeza, es no sólo su principal capital político sino también su único signo de identidad.
Cuando comenzaron a darse los primeros números el domingo a la tarde, apareció por tele el ganadero Hugo Biolcati diciendo: “Nosotros tenemos nuestros propios cómputos y nos guiamos por ellos”. Sospecho que todos los partidos tenían sus propios números, y me parece de lo más lícito que los tengan, pero ese “nosotros” de Biolcati tenía la inequívoca, mayestática sonoridad que se inyecta a fuego desde la cuna a los nacidos “en buena cuna”. Confesión de parte: fui al mismo colegio que Macri, Prat Gay y De Narváez. Los conozco de cuando éramos chicos. Debería decir que los desconozco porque en realidad no sé nada de ellos, no tuve y no creo que vaya a tener trato con ellos (no me los imagino en Villa Gesell). Sin embargo, cada vez que los escucho hablar me recorre la espalda un escalofrío de familiaridad y siento: yo los conozco a estos tipos, los conozco de adentro.
Por supuesto, no hace falta haber ido al colegio con De Narváez, Prat Gay y Macri para saber que la idea de país que tienen se subordina a sus intereses, a ese “nosotros” enunciado por Biolcati. Detrás de ese “nosotros” están, por supuesto, el campo y los bancos, el polo y el rugby, la Iglesia y los countries.
Pero lo que a mí me salta más nítidamente a la vista cada vez que escucho hablar a De Narváez, a Macri, a Biolcati, a Prat Gay, es su cobardía más íntima: que nunca, nunca, se hayan atrevido a pensar nada por sí solos, que hayan esquivado todas las oportunidades que les salieron al paso para construir su identidad con sus propias palabras, que sean incapaces de ver en la palabra “nosotros” otra cosa que un atávico mecanismo reflejo que les permite identificar al instante quién es como ellos y quién no.

lunes, 22 de junio de 2009

Repartiendo Veneno

Nuevamente la serpiente ataca con su ponzoña, personificada por el neonazi obispo de La Plata Aguer, en la foto levantando el cáliz con el veneno sagrado.

A don obispo no le gusta la educación pública, dice que la materia Construcción de Ciudadanía tiene contenidos "neomarxistas".

El iluminado prelado denunció que la enseñanza que reciben los estudiantes en las escuelas públicas está "inficionada de una gran dosis de ideología"; y siguió muy suelto de cuerpo: "Se inspira en el neomarxismo de la Escuela de Frankfurt", dijo en referencia al instituto para la investigación social que nació en la universidad de esa ciudad de Alemania de la mano de un grupo de intelectuales.

Aguer, Reverendo sorete, ¿qué les enseñan a ustedes en las oscuras cuevas donde estudian? ¿Introducción a la Pedofilia, Abuso Sexual I, II y III, Recolección de Limosnas?

Acá la agradable nota publicada por el multimedio oligopólico.

jueves, 18 de junio de 2009

La gran bestia pop

¡Alucinante! vuelven las frases célebres del filósofo entrerriano y detrás se encolumnan los peones rurales de su chacra. "¿dígame patroncito, a quién voto?"...

Antes había dicho "el que quiera comer lomo que lo pague ochenta pesos el kilo", ahora pronunció una frase ejemplar: “Hay que juntar a los empleados en las estancias –dijo–, subirlos a la camioneta y decirles a quién hay que votar”.

Dicen que en ese momento Mario Llambías y Hugo Biolcati cruzaron miradas de espanto. Terminaba una conferencia de prensa en Paraná tras un encuentro con unos 500 ruralistas. El presidente de la Federación Agraria entrerriana Alfredo De Angeli expreso su real pensamiento, algo así como, "si estos gronchos de mierda no saben cómo y a quién votar".

Sin palabras...

martes, 16 de junio de 2009

Un poco de historia

Argentine Navy and AF pilots interned in Montevedio
after unsuccessful revolt against Peron, groups in barracks.

Estos son algunos de los "Héroes" del bombardeo a Plaza de Mayo, el 16 de Junio de 1955, "ocultos" en Montevideo, Uruguay. Se estima que hubo 364 muertos y más de 800 heridos.
Una de las primeras bombas estalla en el techo de la Casa Rosada. Otra, le pega a un trolebús lleno de pasajeros y mueren todos. Los aviadores subversivos lanzan nueve toneladas y media de explosivos. Los agresores huyen hacia Uruguay, donde solicitan asilo político.
La situación había llegado a un punto sin retorno. Conservadores, radicales, nacionalistas liberales, comunistas y socialistas exigen la renuncia del presidente. El Ejército, la Marina y la Aeronáutica conspiran abiertamente y los “comandos civiles” se organizan. Tres meses después, Perón será derrocado por la llamada “revolución libertadora”, un antecedente de la ciénaga sangrienta instaurada en 1976.

lunes, 15 de junio de 2009

¿Cómo combatir la pedofilia?

Del blog República Unida de la Soja "levanté" esta nota del amigo Lucas Carrasco, para compartir con los amigos del infierno que me leen...

Técnicas para combatir la Pedofilia

-Si un niño es educado en el credo único de la dictadura Vaticana, usted refuerze sus conocimientos explicando la existencia de dos sistemas penales. Uno para sacerdotes (libres en la tierra, condenados en el cielo) y otro para la gente más pobre (a la inversa).

-Evite que los niños juegen cerca de establecimientos estatales para menores administrados por católicos. Intente inculcarles una visión de tolerancia y pluralidad (contraria al credo católico) pero remarcando que hay instituciones que fomentan y esconden el abuso sexual.

-No deje que los niños concurran sin un adulto a la Misa.

-Nunca deje solo a un niño en el Confesionario.

-Evite el contacto de los niños con personas vestidas con sotana. Aunque puedan ser falsos sacerdotes, tome precauciones. Nunca se sabe si no es un sacerdote de verdad.

jueves, 11 de junio de 2009

¿Y el "rosadito" para cuándo?

Después de la condena al infame pedófilo del cura Grassi, por abuso deshonesto y corrupción de menores, me surge la incógnita de porqué no se lo enjuició todavía al obispo Storni, conocido por "el rosadito", acusado de abusos contra ex seminaritas y separado por la mismísima iglesia de sus funciones.

Storni está procesado por delito de abuso sexual contra un seminarista, y la causa fue elevada a juicio hace tiempo.
Todos los intentos de la defensa por desvincularlo de este caso resultaron infructuosos, a tal punto que la Corte Suprema de Justicia de la Provincia determinó que la causa no está prescrita y deberá continuar su curso.

El juez de Sentencia encargado de decidir si Storni es culpable o inocente se jubiló hace tiempo, y dicho juzgado continúa vacante. Por ese motivo, este expediente -como el resto de los casos que se encuentran sin resolver en ese juzgado- rota entre el resto de los jueces de Sentencia del foro local.

“El rosadito”, ése es el apodo del ex arzobispo de la ciudad, monseñor Edgardo Gabriel Storni. Lo llaman así por su semblante saludable, de mejillas redondeadas y rojizas. Lo que no es tan digno son los comentarios que circulan acerca de sus conocidas andanzas sexuales con seminaristas y sacerdotes de su entorno, y su escandalosa fama de exhibicionista, tema que ha trascendido el ámbito local y llegado, no sólo al Episcopado, sino también al Vaticano, sin que hasta ahora hayan tenido solución.

Edgardo Storni escondido en la montaña
Vive en un silencioso rincón del Valle de Punilla.

El Divino, El Rosadito, El Príncipe: Edgardo Gabriel Storni, junio de 2009, no se volvió a hablar del asunto. Ni de los terrenales placeres del juego, que tan bien supo negociar con los políticos de turno, ni de los aberrantes abusos sexuales que lo tuvieron como principal protagonista.

Esto es lo más grave de todo. Conocer que hubo una investigación encargada por el mismísimo Papa y que quedó en la nada, ni siquiera hubo una mínima respuesta a las víctimas, que brindaron sus dolorosos testimonios.

Pero esto no es todo: Edgardo Gabriel Storni es apenas la punta de un iceberg. Dentro de la actual estructura de la Iglesia Católica Argentina hay otros iguales o peores que él; y de estos casos tienen total y absoluto conocimiento el cardenal primado Jorge Mario Bergoglio y algunos de sus pares. Entre ellos hay obispos y conocidos sacerdotes.

Tras la ola de casos de abusos sexuales cometidos por la curia católica en todo el mundo, Storni perdió el favor de la corte vaticana y renunció, sosteniendo que su renuncia no significaba culpa.

Actualmente vive en una residencia eclesiástica en La Falda, Córdoba. Dado que todavía es formalmente un obispo, continúa viviendo de una pensión del Estado como parte del apoyo financiero a la curia que manda la Constitución Argentina.

martes, 2 de junio de 2009

Sin dudas

Mientras las madres y abuelas de Plaza de Mayo estén junto al gobierno no tengo dudas.

Mientras sigan apareciendo hijos de desaparecidos recobrados, no tengo dudas.

Mientras haya quienes sigan vivando a los represores, no tengo dudas.

Mientras los gobiernos de Latinoamérica estén cada día más ligados a la Argentina, no tengo dudas.

Mientras la jerarquía de la Iglesia sea más afín al mensaje de los opositores que al mensaje del gobierno, no tengo dudas.

Mientras el FMI esté allá pero no aquí, no tengo dudas.

Mientras la extrema izquierda se vaya tanto a la izquierda que termine en la derecha, no tengo dudas.

Mientras la derecha se indigne porque considera a este gobierno de izquierda, no tengo dudas.

Mientras la Mesa de Enlace se sonría victoriosa rodeada de porotos de oro, y los gurúes de la City auguren inminentes cataclismos, no tengo dudas.

Mientras haya tanta libertad que se pueda decir que el oficialismo hace todo mal y que lo seguirá haciendo mal, no tengo dudas.

Mientras se pueda caricaturizar con libre albedrío a la presidenta y su marido en el lecho conyugal, no tengo dudas. Y si a esas caricaturas del matrimonio las incluyen en un film “porno”, menos dudas tendría.

Mientras la iluminada Casandra augure que la Argentina “podría desaparecer del mundo civilizado”, no tengo dudas.

Mientras gran parte de la sociedad democrática se expresa públicamente día y noche, en la vigilia y en el suelo contra el gobierno no tengo dudas.

Mientras la luz y el gas no se apaguen, y no se seque la nafta, y no colapsen los radares, los aviones y los trenes sin hacer caso de las profecías, no tengo dudas.

Mientras los jubilados de antes y los de ahora cobren normalmente con plata como todos los trabajadores, no tengo dudas.

Mientras quienes se reconocen progresistas, pero están contra el Gobierno, posan incoherentes en la foto junto a los no progresistas históricos, no tengo dudas.

Mientras haya aquí patriotas aterrados porque una empresa multinacional argentina es estatizada en Venezuela, y esos mismos patriotas ni siquiera se inquietaron cuando fue privatizada toda la Argentina, no tengo dudas.

Mientras de un lado esté Marcos Aguinis y del otro José Pablo Feinmann; y de un lado esté la Tribuna de doctrina y del otro Carta abierta de los intelectuales, y de un lado estén Blumberg, el rabino Bemberg y el gatillo fácil, y del otro las garantías y el juez Zaffaroni; no tengo dudas.

Eso sí: tengo dudas de no tener dudas. Pero la oposición, paradójicamente, me inspira certidumbres.

Sí, certidumbres opositoras contra las certezas de los opositores.
Orlando Barone