martes, 27 de mayo de 2008

La patrona y la empleada doméstica

"Lo que el 25 de Mayo se amuchó en Rosario es una expresión inigualable del pensamiento más reaccionario de esta sociedad, en algunos casos representado por los grupos tradicionales del privilegio; en otros por la inconsciencia social de sectores medios, urbanos y campestres, unidos bajo la bandera del individualismo pequeño burgués y la genética gorila; y en otros por el oportunismo político de liberales y hasta de tribus que se dicen de izquierda. Si se le agrega que se les sumó la Iglesia, sólo que con el cinismo de vías indirectas, el cartón está lleno salvo por un casillero faltante que es la buena noticia: no hay partido militar".

lunes, 19 de mayo de 2008

Esa gente...

Los K pueden tener, y tienen, todas las insuficiencias ideológicas que se quiera, además de defectos operativos.
Pero lo que tienen enfrente da ganas de vomitar.
Gente que en nombre de sus chacras habla de que hay una dictadura civil, que se pone la escarapela por una tonelada de soja, que se horroriza por el vestuario presidencial pero no por cómo los agronegocios se copulan a la Argentina.
Esa gente.
Ese De Angeli que los medios ponen en cadena nacional cada vez que pega cuatro gritos disfónicos, y que como buen gaucho desclasado verbalizó que lo único que le importa es volverse a trabajar a su campito.
Esa Carrió, que encontró el sentido de su vida en las predicciones catastrofistas que mezclan la moral del Che Guevara con los intereses de Luciano Miguens.
Esas conchetas teflonarias, y esos hijos de sojeros que ocupan el inmobiliario especulativo urbano con la plata que les giran los campestres que dicen que el campo no da más.
Esos piqueteros pero blancos, como dijo el vice de la Rural.
Esa gente que irrumpe desde el trazado histórico de este país al lado de Roca, de Uriburu, de la Libertadora, de Onganía, de Martínez de Hoz, de Videla, de Menem.
Esa gente.

lunes, 12 de mayo de 2008

Niñas rebeldes y putas azarosas


Si Evita hubiese sido una señora de la oligarquía, ninguno de estos machistas, de estos tipos llenos de odio por los que llegan desde abajo, por los que ocupan los lugares que no deben, le habrían dicho nada.
Lo mismo con Cristina Fernández y sus carteras o sus relojes.

¿Alguien imagina posible que se le cuestionara a Victoria Ocampo tener una casona tan opulenta en las Barrancas de San Isidro? ¿Alguien le dijo algo a Marcelo T. de Alvear por las joyas de su suntuosa mujer, Regina Pacini?

Lo que subyace es lo siguiente: la oligarquía tiene lo que tiene porque tiene "derecho" a tenerlo.
"Los campos no se compran, se heredan" le dice Elina Colomer a Juan Duarte en "Ay Juancito".
Y no solo derecho, también sabe cómo usarlo. A la oligarquía le cae bien ser rica, rumbosa. A los otros, a los que carecen de linaje, el lujo sólo les sirve para revelar su ambición. "Quieren ser lo que no son".

Escribe Ghioldi: "Este furioso e incontenible amor al lujo pone al descubierto el escondido móvil que condujo su vida azarosa" (Américo Ghioldi, El mito de Eva Duarte, Montevideo, octubre 1952). Que perfecto canalla: lo de "vida azarosa" significa "puta". Una señora "bien" no tiene "vida azarosa". Y si Victoria Ocampo la tuvo, fue por su "rebeldía". Las niñas de clase alta si son "azarosas" es porque son "rebeldes", "curiosas", "inquietas" y por fin, "poetas".

Si Evita es "azarosa" es porque anduvo pasando de una cama a la otra, no de Roma a Paris y de Paris a Londres. ¿Porqué nunca se ha dicho nada de Regina Pacini de Alvear? Era, al cabo, una prima donna, era portuguesa, pero era una cantante lírica. Una cosa son Verdi, Puccini y Wagner y otra una chica de Los Toldos que apenas si cantaba La Cumparsita.

Pero tampoco es lo esencial.

Lo que importa es esto: "Su figura (la de Alvear) respondía a 'una cierta idea de país' agropecuario, grandioso, bucólico, pacífico, que debía proyectarse al ritmo de las grandes republicas democráticas que él había conocido y admirado en sus largas residencias en Europa" (María Sáenz Quesada, La Argentina, historia del país y de su gente , Sudamericana, Buenos Aires, 2001, pag. 478).

Alvear era un sibarita, le gustaba la buena vida, la vida de la noche, fue presidente del Jockey Club, hizo deportes, fue el perfecto bon vivant y, como buen enamorado del amor que era, se casó con la prima donna, con Regina Pacini.

"Esto fue juzgado como una nueva locura de Alvear por la pacata sociedad tradicional que perdía con esta boda a un soltero codiciable. Ella dejó su profesión. Formaron un buen matrimonio dentro de los cánones de la época; residieron mucho tiempo en Paris y se vincularon con gente refinada" (Sáenz Quesada, ibid. pag.479).
¿No es un cuento de hadas? No creo que nadie le haya cuestionado a doña Regina Pacini de Alvear nada de lo que se pusiera encima. A lo sumo, las conchetas solteras le recriminaron que les robara "a un soltero codiciable". Hay cosas que repugnan.

Hay un odio de clase en este país. Hay un siempre renovado cholulismo por la "gente bien", por la aristocracia, por los dueños de la tierra o por las señoras de clase.

Y, si acaso, eso ha disminuido (se me dirá que la oligarquía no está en su apogeo, y es cierto), lo que no disminuyó, es el resentimiento contra el que vino de abajo, con el que usa lo que "por naturaleza" no le pertenece.
Si alguien quiere criticar a Cristina Fernández, que critique su política, pero que no utilice para hacerlo, la cartera o los zapatos que usa. Lo hicieron con los vestidos de Dior de Evita aunque, se sabe, después los cambió por el traje sastre y el rodete de la militante.

Pero, ¿por qué no los ofende la riqueza de los herederos? Al cabo, los que llegaron a lo alto algún esfuerzo tuvieron que hacer. Tuvieron que ganárselo. Por eso se les dice ambiciosos, trepadores.
O, como dice el miserable de Ghioldi de Evita, "furioso e incontenible amor al lujo". Los que viene de abajo no heredaron nada: se lo tuvieron que ganar todo. A los otros les cayó de arriba.

Si viene la reina Sofía o la princesa de donde sea, se les rinden tributos y hablan de su elegancia. A Lady Di nadie jamás le dijo que se vestía lujosamente: admiraban su buen gusto. Nadie le dijo que revolvía demasiadas camas con demasiados amantes: le gustaba ser libre, ser la rebelde de la Corona. Puta, jamás.
Concluye Ghiodi: "Corta de inteligencia, deficiente de cultura y sensibilidad femenina, ignorante de las relaciones morales y civiles de los hombres, sin autocrítica, sin carga de escrúpulos de conciencia, falta de gusto, Eva Perón ingresa a la historia como una leyenda plantada en el mentidero argentino" (Américo Ghioldi, ibid. pag. 49).

En cambio, Mary Main, la autora del libro que inspiró la opera rock que indignó al país, termina su libro diciendo: "Por otra parte, aquellos que inicien la tarea (de recuperar al país) no deberán subestimar la influencia que 'Santa Evita' ejerce en los corazones simples y las almas sencillas. Influencia que puede ser fortalecida y no debilitada por la muerte. Y que desaparecerá, no por medio de leyes y decretos, sino con ilustración, democracia y libertad" (Mary Main, The woman of the Whip (La mujer del latigo) Nueva York, 1952, pag. 199).

A Evita y al peronismo , en cambio, los "libertadores" los quisieron desaparecer con el decreto 4161 y a Evita, sin mas, la desaparecieron. Tanto miedo le tenian a su cadáver. Sabían que el pueblo la amaba.
No el "lumproletariat" de Ezequiel Martínez Estrada. No la "chusma" de la oligarquía. O los obreros incultos, barbáricos de Ghioldi. Sino eso que Mary Main, cálidamente, llama "los corazones simples y las almas sencillas".
O sea las almas y los corazones que amaba Tolstoi.
José Pablo Feinmann

viernes, 2 de mayo de 2008

"Prohibido prohibir"...

El “mayo francés” comenzó en París el 3 de mayo de 1968. Todo se inició con una serie de huelgas estudiantiles en numerosas universidades e institutos de París, seguidas de confrontaciones con la universidad y la policía.

Mayo del 68 fue el hecho en el que se juntaron todos los síntomas del malestar que arrastraba la sociedad francesa. De una parte, la nueva conciencia social de determinados sectores de las clases medias que fueron atraídas por las tesis tercermundistas desde el conflicto de Argelia (1954-1962), y que habían encontrado su proyección en la guerra de Vietnam. Por otra, el creciente distanciamiento de amplios sectores de la sociedad francesa, respecto del régimen paternalista, y con fuertes ribetes autoritarios del general Charles De Gaulle.

En Francia, diez millones de obreros iniciaron una de las huelgas más importantes de su historia y algunos grupos se apoderan de las fábricas. De inmediato recogieron la simpatía de la mayoría, con una franca adhesión de la intelectualidad y fundamentalmente de los jóvenes. Muy pronto, el país se manifestó, como si quisiera sacarse de encima un corcet de autoritarismo. El mundo entero fue conmovido por la magnitud que tomó el movimiento de protesta.

En nuestro país, el 15 de mayo del año siguiente, como un calco, un hecho similar tomó el nombre de “el cordobazo”. El primero sacudió al general Charles De Gaulle. El segundo hizo tambalear al gobierno “de facto” del general Juan Carlos Onganía.

Ese mayo del 69, estudiantes correntinos protestan por la privatización de los comedores estudiantiles y muere baleado el estudiante de medicina Juan José Cabral. Inician huelgas los metalúrgicos cordobeses y todo el país se solidariza con los estudiantes correntinos.

El día 29 en Córdoba se inician enfrentamiento de inusitada violencia entre policías y manifestantes. La población toma un sector de la ciudad que tiene por epicentro el Barrio Clínicas y entonces interviene el ejército y la aeronáutica. Veinticuatro horas después estas fuerzas controlan la situación: queda un saldo de 14 muertos y más de 100 heridos.


LOS GRAFFITIS

"Las paredes tienen orejas. Vuestras orejas tienen paredes"
"La barricada cierra la calle pero abre el camino"
"Viole su alma mater"
"No es el hombre, es el mundo el que se ha vuelto anormal (Artaud)"
"La burguesía no tiene más placer que el de degradarlos todos"
"Decreto el estado de felicidad permanente."
"Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición."
"Heráclito retorna. Abajo Parménides. Socialismo y libertad."
"¡Franceses, un esfuerzo más! (Marqués de Sade)"
"Un policía duerme en cada uno de nosotros, es necesario matarlo."
"La imaginación al poder."
"Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar."
"Desabrochen el cerebro tan a menudo como la bragueta."
"La voluntad general contra la voluntad del general."
"No se encarnicen tanto con los edificios, nuestro objetivo son las instituciones."

Soyez réalistes, demandez l'impossible.
Sean realistas: pidan lo imposible.
Sous les pavés, la plage.
Bajo los adoquines, la playa.
Oubliez tout ce que vous avez appris. Commencez par rêver.
Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar.